lunes, 27 de febrero de 2017

Vive y deja vivir

Llega aquel momento en el que te ves acorralada de sentimientos como la tristeza, la locura, agobio y estrés.
Cada día que pasa crees creer que no puedes más, sin embargo lo haces, sigues ahí.
Las situaciones que ocurren a tu alrededor te hace estar al límite, el no poder aguantar más, el querer salir corriendo sin mirar atrás y el darte igual que es lo que dejas y lo que no.
No paras de dar vueltas a lo que esta bien y lo que está mal, que debes hacer y lo que no, si sigues o si te plantas, de nuevo. Sabes que esa última opción la tienes que descartar porque no puedes tirar la toalla, pero te hace entrar en tensión y sientes presión en tu cuerpo.
Parece que en estos momentos el mundo no juega a tu favor, todo son fallos, excusas, acusaciones ... Crees que vas a explotar de tanta hipocresía y egocentrismo, pero aún tienes la cabeza bien alta para poder salir de esta antes de que te pisen.
Las cosas se han llevado a un extremo tan alertante que estas desubicada.
En casa se respira un ambiente diferente, ves a tu madre que se preocupa un poco más por ti, por saber que tal te ha ido el día y el como estas, nota que tu rendimiento va cayendo diariamente y que necesitas ayuda porque sola lo único que haces es empeorar, trata de ayudarte pero eres un poco cabezona y bastante inocente. Parece que es de las pocas veces que se queda para escuchar tu sermón y se la ve dispuesta a poner un granito de arena para que te sientas mejor, ella tiene miedo, miedo a que tires la toalla otra vez y vuelvas a estar en la calle, ella que esta contenta por ti, porque estas logrando lo que llevas proponiéndote todos los años no quiere que lo eches todo a perder, ya era hora de que las cosas te vayan bien como para de nuevo echar todo por la borda y empezar de cero. Tiempos malos aprietan, pero no ahogan, y con eso tienes que arrancar una parte de ti, poner punto y final a todo lo que esta sucediendo, seguir hacía delante, y volver a disfrutar, porque la vida son dos días y ninguno cae en sábado.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Pesadilla.

Nuevo colegio, nueva clase, nueva gente... Todos somos nuevos, las primeras semanas las pasamos callados pero a medida que pasan los días nos soltamos, nos inventamos excusas para hablar con el compañero de al lado o simplemente buscamos miradas que respondan preguntas.

Llega Octubre y ya nos hemos soltado, confiamos plenamente todos en todos y se desata la locura, crees que las personas son como tú y caes en un grave error. Te dejas llevar por la inocencia de que sois una piña y que nadie te va a fallar, cuentas tus experiencias, tus problemas y todos parecen volcarse contigo en escucharte y hacerte preguntas, pero así como que no quiere la cosa ya está la niñata de turno que tiene que fastidiar el ambiente y joderte todo el momento y probablemente el resto del curso. A raíz de eso confías en otro compañero el cual él también confía en ti y os fundís en un compañerismo que confundís con "amor", apenas han pasado cinco semanas y ya vais dados de la mano y cada mañana recibes el beso de buenos días. Las cosas van a más y no es suficiente con veros las seis horas del día y quedáis los fines de semana, empiezas a ver que es demasiado, que no estas preparada para tanta presión, tanto agobio al saber que tienes a alguien pendiente de ti las 24h del día y que para él no son suficientes. Dejas correr dos semanas y decides cortar por lo sano, quedas con esa persona y le comentas todo lo que te pasa, que no estas preparada para volver a sentir. Eres una niña tan inocente que le pueden hacer daño muy fácilmente y has cerrado las puertas al amor por un tiempo, no quieres volver pasarlo mal y que prefieres estar en soledad y disfrutar tu propia vida. A todo esto, consigues que esa persona te entienda y quedáis como compañeros, todo bien, la confianza que teníais cada día crece más, siempre hay algún que otro abrazo por semana y eso es lo que te da fuerzas para seguir cada día, para ir con ganas a clase, el saber que tienes un apoyo incondicional te hace el curso y la vida más seguros.

Qué pena, todo ocurre de un día para otro, la persona que considerabas alguien especial en tu vida se empieza a mostrar cariñoso con la chica que le contabas todo cuando estabas con él. No entiendes nada, el chaval te ha dejado por ella y a ella parece darle igual lo que tú pienses sobre lo que se puede estar especulando.

Tú no te haces paranollas, la gente piensa lo mismo, creéis que tienen algo y en parte lo están ocultando, pero sus cuerpos expresan cosas diferentes.

Te la juegan los dos, ella pasa de ti, ni si quiera se atreve a mirarte a la cara cuando están juntos y él más de lo mismo, entonces empiezas a pensar y el que os dejéis de hablar el chaval y tú viene a que quizás no le importas tanto como él decía, que no te quiere como tanto aparentaba, que le va más ir al sol que más calienta que quedarse con alguien de forma fiel y que en realidad quería día libre para poder hacer todo lo que quisiese y más sin que tú puedas poner excusas.

La chavala tiene los dos ovarios de irte un día y decirte que quiere hablar contigo, que ha estado llorando durante el recreo porque no te quiere perder, que se han liado y que la ha cagado, la gente especula que ese mismo día también se liaron porque le faltaba pintalabios en los labios, pero tú no puedes estar atenta a ese tipo de información, con tan solo saber que se han liado aunque haya sido una vez te deja alucinando en colores y escalas de grises. Justo ese mismo día antes de enterarte de semejante mierda empiezas a hablar con el chaval, parece que todo se va arreglar pero después de enterarte de semejante cosa no sabes si quieres dejar de hablarle durante todo el curso, le quieres pegar una buena bofetada o quieres echarte a llorar, pero eres una niña fuerte, te armas de valor y decides seguir con la clase intentando evadirte de lo que acababa de pasar. Los siguientes días se te hacen duros, repugnantes por tener que verles las putas caras y tener que aguantar que estén juntos cuando la chavala te dijo que lo veía como amigo… Todavía no te habías parado a pensar en la situación porque estabas en shock, pero durante la clase de matemáticas decides ponerte a escribir en un papel qué es lo que se te pasa por la cabeza y poder poner un poco de orden en ti misma. Terminas lo que has escrito y lo relees, cada una de esas lecturas hace que te sientas peor, sientes que se han reído en tu puta cara y que todo ha sido un juego casi planeado, no sabes si vengarte, dejarles de hablar o seguir como si nada pero claramente siendo falsa porque no puedes dejar pasar semejante cosa, es de vergüenza lo que han hecho.

El chaval a día de hoy no ha tenido los cojones de decirte que se liaron, no sabes si es que se avergüenza de lo que hizo (aunque sigue detrás de ella), no es lo suficiente hombre o directamente es gilipollas, pero lo dejas pasar y haces como si nada.

Sigues pensando en lo que puedes hacer, porque quedarte sin hacer nada tampoco es una solución.

Sólo de pensar que los vas a tener que aguantar durante el resto de curso y probablemente el siguiente curso también te dan ganas de dejar los estudios, pero sabes que eso no puedes hacer porque ya tuviste bastante con dejar los otros y tener que meterte a esto, otra mala época. Sigues pensando y echas la cuenta atrás, han pasado apenas cuatro meses y las cosas ya no son como eran o al menos como creías que eran, todo color de rosas y ahora miras hacía cualquier lado y lo único que eres capaz de ver es gris, gris y gris.

Te pones a pensar y dices `bah, solo son dos personas de quince que somos en clase´ pero en realidad no te llevas tanto con las demás personas, es más probablemente todos sabían que se habían liado menos tú. ¡Manda cojones!

Ahora lo que toca es ser valiente, seguir con la vida que tenías antes de entrar a esa clase y no dejar venirte a bajo por nada del mundo, ahora tienes que intentar ser lo más fuerte que puedas. No importa que te quedes sola, es mejor estar sola que mal acompañada, no te va a venir mal empezar a ser un poco independiente, al fin y al cabo es lo que necesitas, saber estar sola. O que pretendes, ¿hacer como si nada ha pasado y volver a estar de amiguitos con los dos? Pues no. Deja de ser tan buena o pasota como te quieras llamar, pero valórate, no has hecho nada para merecerte eso así que ya estas tardando en tratarte como mereces y lo primero que tienes que hacer como si no existieran.

Todas las cosas que hacemos conllevan a tener en cuenta que pueden pasar otras cosas, entonces ellos no se pueden quejar si tú decides dejar de tener trato con ellos o deberían de entender si de repente se te cuela una mala contestación en lo que lleváis de día, es lo más normal y si no lo entienden y pasan es porque no les importas tanto como ellos decían y no merece la pena tener a esas personas cerca, no tienes porqué aguantar circadas, has ido a sacarte el curso no a hacerte amigos, aunque se esté mejor acompañada.

Son cosas de la vida, si te paras a pensar y que con tan sólo un lío has desencadenado una locura, que te ha dado pie para escribir tres páginas en un Word y que estas contienen casi mil quinientas palabras…

No te preocupes pequeña, al igual que hay tiempos malos vendrán otros buenos y de esos vendrán aún mejores, la vida está llena de montañas rusas y no sabes lo que te puede preparar la vida cada día, así que levántate todos los días con los ánimos preparados, coge de equipaje esa sonrisa para comerte el mundo de una carcajada y esos ojos que tienes para comerte a cada persona de una mirada, déjate sorprender y disfruta de la vida.